Una virtud
que tiene la inteligencia espiritual es su capacidad de reinicio, es decir, se
puede dejar de practicar y se puede hasta olvidar, pero cuando la persona
quiere reiniciar el proceso encuentra con facilidad el camino. Los primeros
pasos son sencillos y desde ahí comienza una andadura que es de fácil recorrido.
Esta virtud
reside fundamentalmente en el hecho de que no funciona con la memoria sino con
el recuerdo y éste reside en el corazón, quien se reinicia como ser espiritual
utiliza el corazón para rescatar todo lo que necesita en sus primeros pasos de
aprendiz.
No tuvo que
memorizar grandes conocimientos, sencillamente actitudes innatas que por desuso
se han deshabituado en nuestra vida y han perdido la eficacia de la práctica
diaria, volver a ponerlas en uso y funcionamiento, anclarlas como hábitos,
repetirlos y que finalmente se conviertan en costumbres que finalmente acabarán
siendo un carácter.
Este
fenómeno permite que cualquiera se pueda plantear recuperar la inteligencia
espiritual en cualquier momento de su vida sin necesidad de enfrentarse a un
proceso lento o complicado de aprendizaje y adquisición de conocimientos y aptitudes.
Basta con la voluntad de recuperarla, basta con que tengamos la plena
conciencia de querer para que se manifieste en nuestra de vida, es como si
estuviera esperando latente en nuestro corazón, siempre preparada para la
llamada.
Para su
regeneración o reinicio uno solo basta si bien es posible que sea necesaria la compañía
de un grupo de gente o de lo que llaman un “maestro espiritual”, pero no es
imprescindible. Si logramos el reinicio por nosotros mismos es posible porque
el maestro está en nuestro interior y porque la ayuda llega desde lo intangible
y lo invisible, desde la energía que somos y en la que estamos plenamente
integrados. Más será la mente la que demande para el proceso la muleta de la
comunidad o el maestro espiritual, pues son tan poderosas su creencias y los
sentimientos que puede generar el reinicio que será necesario auxiliarla con la
compañía de personas que apoyan y ayudan, que antes incluso han pasado por el
mismo proceso de reinicio y gozan de la capacidad de acompañamiento.
El reinicio
no tiene edad y se puede producir en cualquier etapa de nuestra vida, se puede
volver a abandonar sencillamente por experiencias externas que contraen
nuevamente a la inteligencia espiritual al corazón ante el poder de la mente o
los sentimientos que nuevamente toman el mando de la vida para poder superar una
etapa de fuerte dolor, miedo, desesperanza, ira, hartazgo…No hay que perder la
esperanza, son etapas en las que la Inteligencia Espiritual poco desarrollada
sucumbe, lo que no ocurre con una Inteligencia Espiritual muy elevada. En estas
etapas de retroceso nuestro corazón la protege hasta que pase la marejada y
aprendamos de la experiencia que se ha presentado en nuestra vida en la que la mente, el cuerpo y los
sentimientos jugarán sus cartas y sus armas en la batalla hasta la nueva venida
y reinicio de la Inteligencia Espiritual cuando todas ellas hayan sucumbido en
la batalla, pues después de la muerte llega la resurrección. Será entonces
cuando se reinicie de nuevo. Entre reinicio y
reinicio puede pasar toda una vida o como dicen algunas tradiciones,
varias de ellas.
Cuando se produce la perdida de esta Inteligencia Espiritual , esporque la mente y el ego han vuelto a tomar el control, con el sufrimiento que ello nos va a conllevar. Pero a veces solo asi se aprende, viviendo las experiencias de esa forma y aprendiendo de ese dolor o lo q sintamis. Es despued de una dura crisis cuando uno se hace ciertas preguntas , cuando ves mas alla y decides ponerte en un camino diferente. Para retomar si ya lo conoces o entrar en el desde el Amor y la compasion hacia, con la nueva apertura al Universo y a Mi mismo. Namaste
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