REQUIEM
Desentrañar las Sabiduría incausada en un mensaje universal como el Requiem de Mozart fue el objetivo de Francisco José Udaondo Puerto en el marco de la ponencia organizada por la Fundación Santiago Pérez Gago y la que me invitó Mariate Cobaleda y Fernando Labajos
En las mismas entrañas de la intrahistoria de una obra universal se encuentran las claves del profundo significado místico que la obra está encargada de llevar de generación en generación para ser descifrada en el alma, único crisol en el puede producirse el proceso alquímico preciso y único de toma de conciencia, a modo de sentimiento, inicialmente, para luego posar en razón, único recipiente o cáliz que puede contener el mensaje.
Y es que Dios así habla también.
Requiem de Mozart - Composer es para mí el recuerdo de un viejo compañero de camino. Antes de lo que considero mi despertar espiritual tuve años de profundo dolor, sufrimiento, ansiedad y depresión. Una crisis de identidad profunda en la que escuchaba una y otra vez la música y los coros de esta gran obra musical. Ahora entiendo mucho mejor por qué y para qué. Soy consciente ahora de su dimensión terapéutica y, sobre todo, apostolar.
Requiem es uno de los discípulos del Maestro de Nazaret. Obra de un genio, masón y moribundo, como era Mozart, inacabada por él, por tanto obra coral de quienes le acompañaron hasta el final y encargada por un torturado amante ante la pérdida de la amada. Los ingredientes tienen tela para descubrir en ellos una obra puramente evangélica. Un evangelio más.
Y no es posible concebir la obra sin el Juicio Final. Un concepto religioso muy presente en todas las obras artísticas de la época. El implacable Juicio del APOCALIPSIS. No se hubiera compuesto sin este entramado de creencias religiosas en el debate del racionalismo en puro esplendor.
Todos tenemos una idea ya preconcebida de la creencia religiosa del Juicio Final lo que nos impide disfrutar de la creatividad que supone adentrarse en su consideración mística, epistolar y evangélica al irrumpir en nuestras vidas la creencia de la justicia divina misericorde en la que todos nos salvamos, todos.
Toda Creación requiere una Recreación decía ayer el Maestro Francisco José Udaondo al principio de su Master Class y así es para con la Verdad, que si no recreamos en nuestra vida no podemos alcanzar la inspiración Divina que nos espera en ella.
AULA MÍSTICA DE LA FUNDACIÓN SANTIAGO PÉREZ GAGO es un rincón de Salamanca en el que se intenta recrear de manera continúa la Verdad para al menos durante un rato ser inspirados por el dedo de Dios, que así quiso Miguel Angel expresarlo (otro evangelio) en su Capilla Sixtina.
Gracias Mariate y Fernando y a todos vuestros compañeros por este testimonio de Fe y gracias por compartirlo.
#soyunodeellos