Hoy en día un Coach o un Mentor son los
profesionales más demandados cuando no existen más que metas que cubrir. Si además
de metas hay lo que denominamos “problemas” entonces aparece el terapeuta
figura también muy requerida y adecuada para afrontarlos. El que aún no ha
cuajado es el Educador, pues aún tenemos relegada esa figura a los
profesionales de la educación reglada, (la educación que ofrece el Estado de
carácter obligatoria), pero ya van llegando a las escuelas y colegios la demanda
de Educadores Transpersonales y de Inteligencias Múltiples que doten a nuestros
hijos y jóvenes de habilidades y herramientas que les potencien más allá del
mero conocimiento “lógicolinguisticomatemático” y se demanda una educación en
valores, se dice.
En el AMOR como Sabiduría, de igual manera, requerirá un Educador, un Mentor, un Coach y un Terapeuta, dependiendo en qué
fase de la vida nos encontremos y a que nos enfrentemos. Alguno se estará
preguntando donde están los padres en este proceso, pues los padres son
educadores, mentores, coach y terapeutas del AMOR durante toda su vida, más si
ellos tuvieron carencias formativas y experienciales y además durante su vida
se presentan circunstancias y momentos contractivos para ellos mismos, es lógico
pensar que los padres tendrán la necesidad de asistencias. Las asistencias
serán el apoyo de todos aquellos profesionales que acudirán al entorno familiar
y personal para potenciar los procesos de crecimiento y desarrollo en el AMOR.
La diferencia de cada uno de los “entrenadores”:
El Educador está preparado y dotado del
conocimiento y la sabiduría, conoce las herramientas y habilidades y tiene dotes pedagógicas para trasmitir el conocimiento con carácter general.
El Mentor ha pasado por un proceso
determinado que conoce muy bien, no solo de manera teórica, sino práctica y
experiencial, y sabe como trasmitir su experiencia al que en estos momentos
atraviesa por el mismo campo o se enfrenta al mismo reto pudiendo realizar un
acompañamiento de carácter técnico.
El Coach acompañará en la búsqueda de metas
concretas en la vida a todo aquel que se plantee retos y quiera emprender un
camino en el que el Coach aportará hábilmente los interrogantes que provoquen
en quien requiere sus servicios las toma de conciencia precisas para seguir
adelante.
El Terapeuta es aquel que ha pasado por vicisitudes
concretas y determinadas de la vida, conoce caminos y atajos y asiste a quien
le reclama para poder tomar conciencia del pasado, de lo que ocurrió y lo que
ocurre en la vida. Dotado de sabiduría y experiencia, acompañará con su escucha
y atención el proceso de quien necesita hacer un parón en el camino para tomar
aliento, descansar y retomar con fuerza la marcha hacia adelante.
Una misma persona puede ser Educador, Mentor,
Coach y Terapeuta, de hecho a lo largo de la historia han existido grandes Maestros:
Los Maestros de la Sabiduría del Amor. Si te encuentras alguno en tu vida
atrápalo un rato pues has encontrado un tesoro. Los Maestros dejan tal huella
que perdura en la historia hasta nuestros días y su mayor tesoro no son sus
obras sino el relato de sus obras y sus propias palabras. Lo que hicieron fue
el fruto maduro de su presente, sus palabras son el fruto maduro de cada
presente. Sus palabras trascienden la historia y se enganchan a la eternidad y
por eso aún hoy nos maravillamos de sus palabras.
El Maestro aparece cuando el alumno está
preparado.
Mientras aparece en nuestras vidas el
Maestro, si queremos avanzar es mejor hacer el camino acompañado. En el amor
como sentimiento, del que nos ocuparemos en otro momento, buscamos “la pareja”.
El AMOR como “SABIDURIA INFINITA que nos permite
conocer la VERDAD” requerirá siempre una pareja muy especial y preparada para
realizar el acompañamiento y entrenamiento. Durante muchos siglos fueron los
curas o sacerdotes, brujos y chamanes los que acompañaban en el proceso de la
búsqueda y encuentro del AMOR. Hoy tenemos a nuestra disposición grandes
profesionales, en todos los ámbitos, religiosos o no, existen personas
preparadas para hacer de acompañantes durante un trecho del camino. TU PUEDES,
PERO NO SOLO.