Comer,
¿para qué?: Lógicamente para alimentarse, pero también para nutrirse. Existe
una gran diferencia entre alimentarse y nutrirse. La diferencia: COMER CON SABIDURÍA.
Podemos alimentarnos durante años o toda
nuestra vida pero esta alimentación no ser virtuosa en nutrientes. De todo ello
intuimos y tenemos creencias, más la sabiduría sobre lo que necesitamos para
que tengamos un desarrollo integral y holístico de todo lo que somos, cuerpo, mente, espíritu y emociones, es
desconocida para la inmensa mayoría de la gente que considera que no tiene que
preocuparse mucho de este aspecto de su vida salvo cuando, la báscula o una
patología así lo determinen, sin entrar en los supuestos en que una parte de
nosotros como el cuerpo o una actitud toman el mando y convierten nuestra
alimentación en un elemento clave de nuestra existencia.
El justo equilibrio de alimentarse con los
nutrientes necesarios para aportar a nuestra salud corporal, mental, emocional
y espiritual es un despertar, un reinici@rse necesario en estos tiempos en los que
tenemos a nuestra disposición la información y formación necesarias para que a
través de la comida, de la alimentación de la nutrición venga a nuestra vida el
bienestar y la felicidad que tanto anhelamos.
Vuelve a ser necesario una gran dosis de
autoconocimiento para poder aplicar todo lo que ya se sabe a nuestro caso
singular y entonces así crear nuestra propia sabiduría y para ello volverá a
ser necesaria la observación consciente de lo que pasa y nos ocurre cuando comemos y como comemos. Vuelve a ser la
observación consciente, la atención plena y la escucha activa hacía mi propia
realidad: cuerpo, mente y espíritu, la que aportará la visión práctica de lo
que aparece a mi alcance como teoría.
La interrelación entre lo que comemos y lo
que nos ocurre y como nos ocurre y porqué y para que nos ocurre está siendo
comprobada día a día por la ciencia: “SOMOS LO QUE COMEMOS”, pero desde el
punto de vista corporal, desde el punto de vista mental y emocional.
El concepto de EDUCACIÓN INTEGRAL Y HOLISTICA
engloba la nutrición, la alimentación. Es el futuro, una
herramienta más que nos aportará bienestar y nos acercará más a la felicidad.
Conviene a partir de ahora observar más,
mucho más, la influencia de la alimentación en las emociones y los
pensamientos: “DE GRANDES CENAS ESTÁN LAS TUMBAS LLENAS”. Encontraremos sabiduría
popular y ancestral que nos arroja luz en muchos hábitos y como hábito repetido
también genera costumbre y al final conforma un carácter. En la medicina
tradicional occidental ya se habla de “buenos hábitos alimenticios”, demos un
paso más adelante e incorporemos a nuestra vida unos hábitos saludables de
alimentar nuestra mente y nuestro espíritu, gestionemos con la alimentación
nuestras emociones, observemos lo que ocurre y obtengamos nuestra sabiduría
para ser o estar aún más felices.
Qué aproveche!!!
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