sábado, 13 de septiembre de 2014

UN CURSILLO DE AMOR: La palabra AMOR.



Lo primero es el concepto. Saber de qué hablamos. Tenemos que saber a que nos estamos refiriendo cuando empleamos la palabra amor. Hasta entonces no podremos dibujar el mapa conceptual del concepto, que claro, para cada uno no solo estará en función de nuestra cultura, educación y circunstancias y por eso suelen salir pequeñas o grandes diferencias, según como hayamos absorbido la cultura, según la educación que hayamos recibido y según las circunstancias que hayamos vivido y, además, según la energía de la que seamos depositario, es decir, la carga energética, genética y biológica  que se nos entregó al nacer, pues cada uno es hijo de un padre y una madre. Todos estos condicionamientos hacen que la palabra AMOR, cono concepto ofrezca un crisol de matices tan diverso como seres humanos existen.

Por sí sola, además, la palabra AMOR denota todo su poder. Solo hay que pronunciarla o verla escrita y ser conscientes de los sentimientos que nos genera. A cada uno el suyo. Párate un momento a sentir lo que te hace sentir la palabra AMOR.

Pensamientos y sentimientos. Estamos generando cadenas de creencias que a cada uno de nosotros nos llevan a confeccionar mapas mentales y sentimentales diferentes. Por tanto, el AMOR como palabra es diferente para cada uno de nosotros.

Al estar empleando la mente y los sentimientos nos alejamos del AMOR. El aquietamiento mental y la seguridad como emoción (fe y esperanza para los cristianos), serán dos herramientas precisas para alcanzar el AMOR como veremos en este curso.

Estamos dotados de mente y juzgará e intentará aprehender el concepto para crearlo, apoderarse de él y desde ahí juzgarlo y así poder juzgar el cursillo. Iremos viendo los conceptos que a lo largo de la historia y los más famosos pensadores han generado para ir tranquilizando a la mente mientras intentamos aprender a aquietarla para que surja el AMOR.

Nuestra inteligencia lógica, lingüística y matemática está en estos momentos bullendo, provocando sentimientos que van desde la sonrisa hasta la contracción de la frente generando en el cuerpo sensaciones imperceptibles o perceptibles, dependiendo de nuestro estado de consciencia. Generando preguntas automatizadas, sentimientos programados que generan en estos momentos situaciones no deseadas o queridas y que se desencadenan sin que nosotros hayamos dado la orden de hacerlo. Bienvenidos al automatismo programado de que estamos hechos a base de repetición subconsciente de pautas, mantras y hábitos. En este campo de minas es difícil que surja el AMOR.

El AMOR de este cursillo es LA SABIDURIA INIFITA que permite conocer la VERDAD. Analicemos entonces la frase, que se las trae:

LA: Sí, la única que nos acerca al AMOR.
SABIDURÍA: Sí, conjunto de herramientas, conocimientos, experiencias…
INFINITA: Si el AMOR lo es su SABIDURÍA también.
PERMITE: Sin la sabiduría no es accede a la VERDAD.
VERDAD: Solo puede ser una.


Y ahora, pensemos, sintamos e indaguemos, pero sobre todo observemos, observemos que nos ha generado esta entrada del blog de hoy. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

UN CURSILLO DE AMOR: Presentación.


El objeto de estudio y reflexión de este curso será el AMOR.

Para quien aún lo busca. Para quien lo tiene. Para el que lo niega. Para el que está enamorado, para el que sufrió un desengaño…en fin para todo aquel que quiera saber, entender y sobre todo comprender que es el AMOR.

Si el curso pasado nos dedicamos al hombre y la mujer como SERES ESPIRITUALES, este año lo dedicamos al AMOR como la fuente y esencia de la espiritualidad pues como veremos estamos hechos por AMOR, de AMOR, para el AMOR, con AMOR, SOMOS AMOR.

Esta verdad tan evidente sin embargo para muchos representa una dificultad y es que el AMOR no es tangible, es inodoro, inoloro, invisible, es sencillamente una palabra que a largo de la historia y diferentes culturas ha sido definida de diferentes formas y para referirse a diversas situaciones generando con ello la confusión correspondiente y con ello el escepticismo imperante. 

Como palabra el AMOR ya tiene un poder que puedes comprobar ahora mismo, basta con pronunciarla. Basta con que pienses en la última ocasión en que la empleaste y en qué circunstancias, basta que examines con qué frecuencia, cuando, donde con quien, porque o para que… y entonces te darás cuenta del valor que para ti tiene la palabra, lo que representa y, como veremos más adelante, el sentimiento que te genera, es decir, la cadena de pensamientos y emociones que desencadena.

Como palabra ya el AMOR demuestra su fuerza. Prueba a decir vaso, sol o coche, o cualquier otra palabra cotidiana y ordinaria de las que pronunciamos muchas de ellas de manera inconsciente. También veremos que es la única  que cuando  se pronuncia se hace de manera consciente con atención plena.

Que es lo que cada uno quiere decir cuando pronuncia esta palabra depende del contexto y la cultura. Veremos las diferentes acepciones y significados que supone hacer de la palabra amor en muchas ocasiones lo que no es. Como; “Hacer el amor” que en términos sexuales puede se paradigmática de esta contextualización, frente al “AMOR DE DIOS” en el contexto religioso y espiritual por tirar de dos extremos como ejemplo.

Veremos que el AMOR provoca emociones, pensamientos, genera procesos biológicos y neurológicos ya constatados, que una persona “enamorada” presenta un cuadro biométrico diferente de cuando no lo está. Veremos que sustancias y organismos tienen que ver con estos procesos.

Analizaremos al AMOR como proceso, como proceso de Desarrollo Personal, que puede ser implantado en la vida de las personas como modelo de actitud y vida. Quien en el AMOR confía en el AMOR vive.


En fin, esperamos que a lo largo de este cursillo, (que así lo hemos llamado por su poca extensión, pues el AMOR necesita más que un curso, ¡necesita una vida!) aprenderemos todos un poco más de nuestra verdadera esencia, el AMOR, del arma más poderosa sobre la tierra, el AMOR, de nuestro destino, el AMOR y de la razón de nuestra existencia, el AMOR.