viernes, 29 de mayo de 2015

Un Cursillo de Amor: EL AMOR EXTRATERRESTRE


Todo lo que se puede situar fuera de la tierra es “extraterrestre”. Nos hemos acostumbrado a lo terrestre y nuestra pequeña mente lo ha señoreado de tal forma que consideramos el mundo exclusivamente a la tierra cuando el mundo lo es todo, lo terrestre y extraterrestre. Lo mismo pasa con el AMOR. El AMOR lo consideramos en su dimensión terrestre y si el AMOR es:

“El AMOR como “SABIDURIA INFINITA que nos permite conocer la VERDAD”. Este es el AMOR del que hablamos en este Cursillo y si el AMOR es infinito como  Sabiduría, forma parte de la eternidad y es en ella donde lograremos alcanzar su plenitud y en la tierra la única expresión de la eternidad que tenemos es el AHORA”.

Entonces, al darle la dimensión infinita tenemos que incluir la dimensión extraterrestre en la fórmula. El AMOR es extraterrestre, de hecho es en la tierra la única manifestación extraterrestre de que disponemos, y, quienes se relacionan con él suelen ser considerados algo extraterrestres para los mortales terrestres.

Un marciano es lo que más nos representa un extraterrestre. Un ser aformo de ojos saltones y dos raros  brazos y  piernas, según los casos, y la imaginación a modo de E.T. .Los marcianos representan como nadie los seres extraterrestres. Así también como marcianos son tratados quienes han contactado con el AMOR, como verdaderos bichos raros, personas, hombres y mujeres extraños y de extra, a extraterrestre hay un paso.

Quien quiera alcanzar el AMOR deberá enfrentarse al reto de abandonar la tierra para entrar en una dimensión extraterrestre. Una relación que supera los límites de la tierra, los trasciende y contacta con el mismo universo. El AMOR como dimensión extraterrestre en la tierra supone la posibilidad de tomar contacto con el universo sin moverte del salón de tu casa.

Dicen que una gota de sangre contiene todo lo que hay en el Universo. Algunos se atreven a decir que el mismo Universo está dentro de nosotros. Lo terrestre y extraterrestre es un concepto mental que se trasciende rápidamente para quien comienza el viaje del AMOR. Como Colón en Salamanca tuvo que defender su tesis para alcanzar el consenso y la autorización de lo que para entonces era la tierra, algo plano y lineal, y para Colón lo era curvo, para muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia, todos ellos consideramos “marcianos” por “extraterrestres”, por “raros”, la vida no se acaba en la tierra que pisas y te acoge, sino que cobra una dimensión universal e infinita cuando comienzas a acercarte al AMOR.

No encontrará el hombre o la mujer viaje más apasionante que el del AMOR. En la tierra se han abierto caminos terrenales que son verdaderas autopistas de AMOR, como el mismo Camino de Santiago en España, que realizado a la forma y manera que se debe enfrentar supone una VIA LACTEA hacía el AMOR, un “encuentro en la tercera fase”, una “porta coeli”, un redescubrimiento de lo que somos: Seres extraterrestres pues somos AMOR y el AMOR lo es.

AMAR desde el AMOR es como subirte a una nave extraterrestre, ser un marciano y vivir fuera de este mundo. Tal vez, por esta razón quienes han representado en la historia el AMOR en la tierra aún hoy en día y por muchos sean considerados de otro mundo.


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