sábado, 19 de abril de 2014

REINICIARSE como SERES ESPIRITUALES: Del oro al barro (XXX)


Cuando encontramos la fuente de la vida, cuando contactamos con la verdadera fuente de AMOR que somos no son necesarios muchos ritos o ceremonias para volver a su encuentro. El hombre y la mujer espiritual saben que basta un simple gesto, una respiración consciente, una inclinación de los párpados, un silencio interior y una observación consciente para su encuentro (ese fué el mensaje de Jesús de Nazaret, en  Getsemaní, en el Huerto de los Olivos: “….velad conmigo.”). Ante esta situación en la que la mente juega un papel secundario en el proceso, pues su aquietamiento es esencial, se produce otro proceso en el que ella misma, la mente, puede diseñar un programa mental para no quedarse al margen de la fuerza que el Ser que habita tiene en su interior. Este programa a lo largo de la historia se ha inclinado por dos extremos y entre ambos se mueven la mayoría de los programas mentales y que podemos denominar, como digo, en su extremo; el extremo del oro y el extremo del barro.

El programa mental en el extremo del oro es aquel que ante la fuerza de la vida la intenta agasajar y engrandecer con oro, el objeto más valioso que la mente como creencia tiene generado en muchas personas, sociedades y pueblos.

El programa mental en el extremo del barro es aquel que ante la fuerza de la vida huye de todo lo material y solo toma de la tierra lo que la tierra le da, tierra y agua para hacer barro.

Entre el oro y el barro, como extremos, hay toda una gama infinita de posibilidades pesos y medidas. Cada uno tiene la suya. Pero en todas está presente el oro y el barro.
En todas las culturas y religiones existe este programa mental y podemos ver expresiones de ambos extremos o de la mezcla en peso y medida.


Una mirada compasiva, desde el corazón, a cada una de estas manifestaciones nos servirá de espejo para verificar en que programa mental estamos más anclados y desde esa observación aprender con  serenidad lo que nuestra mente ha diseñado en el ahora para contemplar la manifestación externa y tangible de lo que los demás sienten ante la fuerza de la vida que es el AMOR.

martes, 15 de abril de 2014

LAS 7 REGLAS DEL SER por JULIO DE LA TORRE





SER PROACTIVO.
SER LIDER.
COMER para SER.
SER ASERTIVO.
SER COCREADORES.
SER COOPERANTE.
SER. 

  
PRIMERA:

SER PROACTIVO.

La pereza y la indefensión aprendida son dos hábitos que conforman un carácter. Primero pensados, luego verbalizados y posteriormente hecho acción que repetida conforma un hábito que acaba siendo un carácter.

Para reeducarse desde este carácter es necesario dar pequeños pasos. Pequeños esfuerzos pues si son grandes la pereza y la indefensión aprendida lograrán imponer su criterio. 

Aprenderemos a ser diligentes con nuestras obligaciones y practicaremos con pequeños esfuerzos que al lograrlos nos llenarán de satisfacción fomentando con ello nuestra autoestima.

Desde lo pequeño. Desde el concepto de ladrillo que ladrillo a ladrillo se construye una Catedral. 

Pondremos nuestro empeño en los pequeños gestos diarios e incluso domésticos o en el trabajo. 

Iremos incorporando una nueva manera de pensar:"Puedo".

Cuando surja el pensamiento: "más tarde" lo cambiaremos por: "Ahora."
Comienza por levantarte siempre a la misma hora y de un salto diciendo:PUEDO AHORA. 

Siempre Adelante.


SEGUNDA:

SER LIDER.

¿El liderazgo para qué? No reconocemos a ningún lider que no busque el bien común. Si el lider se vuelve egoísta o corrupto entonces deja de serlo al convertirse en tirano. El liderazgo es de servicio y de servicio a los demás. Es un cargo que es una carga. 

Para ser un gran lider tenemos que pensar y sentir a los demás y nuestra mente no está programada para ello. El programa inicial es egocéntrico y envidioso. Propio de un ser desconfiado y receloso de los demás y el entorno. 

Es el corazón el que viene programado con lo necesario para ejercer el liderazgo más la mente pronto lo acalla y acogota con razones tan poderosas que parecen irrebatibles.

La reeducación consistirá en devolver el corazón al centro de nuestra vida. Es decir devolver a la intuición el lugar que le corresponde y dejar la razón para lo que sirve. 

Para escuchar al corazón y la intuición será necesario el silencio interior. El aquietamiento mental. Callar la mente loro o mono que no deja de parlotear.

Un programa formativo en este sentido será necesario y muchos años de entrenamiento. No hay otra manera.

Elige tu programa de Meditación. Hay muchos. Mindfulness es uno de ellos. En este programa reeducativo la meditación es básica y está científicamente demostrada su eficacia.


TERCERA.

COMER para SER.

La ciencia avanza y descubre la importancia de la alimentación para una vida sana y en plenitud.

Lo que comes, cómo lo comes, cuando lo comes, con quién, donde, para que, por qué...son cuestiones básicas para la nutrición consciente. 

Ser consciente en la alimentación para que decidir en libertad o ser presa de automatismos incluso heredados y generacionales que deciden por mí.

Ser consciente desde la serenidad o dejar que la ansiedad devore cuanto encuentre a su paso.

Ser consciente o no dejar de picotear a cualquier hora del día en una carrera sin meta.

Aprender a ser consciente en la comida es el resultado de la consciencia de pensamientos y emociones.


CUARTA.

SER ASERTIVO.

Desde la paciencia o serenidad a la ira. Entre estos dos puntos discurre nuestra experiencia. Como el acelerador del coche lo pisamos y caminamos por la vida desde serenidad o la ira, y desde la ira a la serenidad, la velocidad nunca es la misma, salvo que vayamos viajando por autopista y conectemos en piloto automático y decidamos conscientemente la velocidad el resto de las ocasiones la velocidad estará acomodada a los estímulos externos.

El ser asertivo es el piloto automático. La consciente respuesta y no la reacción inconsciente. Pase lo que pase mantendrá el nivel de serenidad y paciencia adecuado y utilizará la ira en muy contadas ocasiones pues es consciente de que al ser una emoción automatizada e innata surgirá pero podrá ser gestionada asertivamente.

Requiere un nivel de consciencia elevado y para lograrlo sólo existe un camino: el Autoconocimiento. Quién no se conoce se sorprende y estará en muchas ocasiones pidiendo todos los días disculpas: "Lo siento no quería. ...".

Tómate unas horas al dia, un dia al mes y un fin de semana al año para ti. Solo para ti. No para tu ocio o hobbys no para tus aficiones y deseos. Sólo para ti. Es lo que denomino el "Consejo de Administración". Es la reunión de cuerpo, mente y espíritu. 

¿Cuándo fué tu último Consejo de administración?


QUINTA

SER COCREADORES.

Nacimos con la tendencia más noble que pueda existir: cocrear. Estamos llamados a cocrear al hombre y la mujer. Lo demás solo lo podemos transformar. Esta llamada a cocrear hombres y mujeres se consigue gracias a un automatismo programado innato que lo hemos denominado "sexualidad".

El "sexo" es la palabra que define el conjunto de emociones, sentimientos, pensamientos y sensaciones corporales que experimentos antes, durante y después del sexo.Al ser un automatismo innato puede controlarnos. Su control es total y puede inhibir valores superiores de vida y provocar situaciones no pensadas ni deseadas previamente. 

La sexualidad consciente es la gestión del automatismo innato para que su aplicación aporte a nuestra vida la sabiduría que cada acto sexual conlleva.Al desencadenar de manera consciente el mecanismo cocreador ponemos en marcha la energía más poderosa sobre la tierra. Su manejo consciente requiere por ello respeto y armonía.

Ser conscientes de que cuando tenemos sexo estamos utilizando el poder cocreador equilibra el flujo de energías que interactuan. 

Respétate, respeta a tu pareja, respeta el lugar y el momento, agradece, comparte, honra. Vuelve hacer consciente la respiración en cuanto puedas, pues es la respiración quién mantiene la consciencia plena en el acto cocreador. Dejarse llevar es "cabalgar" sobre el automatismo. Respirar de manera consciente es gestionar la sabiduría del momento pues el sexo siempre es un ahora.

SEXTA:

SER COOPERANTE.

Nada nos ocurre en la vida sin la cooperación de los demás y la propia creación. Somos cooperadores de la vida pues de nuestros actos dependen otros y de los de otros depende nuestra vida. 

Solo la mente genera la creencia de que tenemos logros personales, individuales y propios. La mente puede generar la creencia de que "¿yo?, no le debo nada a nadie!!!" expresión frecuente en quien ha perdido la actitud cooperante.

A quien guarda como un tesoro lo que tiene o sabe en la creencia de que alguien se pueda aprovechar. A quien se enfada si le copias y le imitas pues su mente ha decretado que "eso" es suyo, fruto de su esfuerzo y trabajo. "A nadie le gusta que le copien" dicen, olvidando que desde que nacemos aprendemos por imitación.

Para fomentar el espíritu y al actitud cooperadora es conveniente hacer algo por alguien sin que medie compensación, precio o trueque a cambio, sencillamente cooperar por cooperar.

Compartir lo que tenemos, nuestros talentos, inteligencias y sabidurías es muestra de esta actitud e inteligencia. 

Buscar con quien compartir y cooperar.

SEPTIMA:

SER

Lo oiremos en muchas ocasiones: "hay que ser uno mismo".

La cuestión es saber SER y quien es "uno mismo". A la primera puedo contestar a la segunda solo puedo hablar por mí, que cada uno aporte lo que a cada uno le corresponde. 

SER es vivir ahora. Solo se puede ser en el presente. En el ahora.

Quien solo pretende llegar a ser se olvida de que la mayor parte de lo que pretende ya es. ¿Pregúntate que haría esa versión de ti que pretendes en este momento?.

Quién solo huye de lo que fué o lo anhela se olvida que el que tuvo retuvo. ¿Pregúntale a ese que fué que haría ahora? Lo que olvidas o anhelas es ahora experiencia y valiosa pues es solo tuya.

SER es consciencia.

Quien vive en la consciencia ES.





viernes, 11 de abril de 2014

REINICIARSE como SERES ESPIRITUALES: La Resurrección de la Inteligencia Espiritual (XXIX)


Una virtud que tiene la inteligencia espiritual es su capacidad de reinicio, es decir, se puede dejar de practicar y se puede hasta olvidar, pero cuando la persona quiere reiniciar el proceso encuentra con facilidad el camino. Los primeros pasos son sencillos y desde ahí comienza una andadura que es de fácil recorrido.

Esta virtud reside fundamentalmente en el hecho de que no funciona con la memoria sino con el recuerdo y éste reside en el corazón, quien se reinicia como ser espiritual utiliza el corazón para rescatar todo lo que necesita en sus primeros pasos de aprendiz.

No tuvo que memorizar grandes conocimientos, sencillamente actitudes innatas que por desuso se han deshabituado en nuestra vida y han perdido la eficacia de la práctica diaria, volver a ponerlas en uso y funcionamiento, anclarlas como hábitos, repetirlos y que finalmente se conviertan en costumbres que finalmente acabarán siendo un carácter.

Este fenómeno permite que cualquiera se pueda plantear recuperar la inteligencia espiritual en cualquier momento de su vida sin necesidad de enfrentarse a un proceso lento o complicado de aprendizaje y adquisición de conocimientos y aptitudes. Basta con la voluntad de recuperarla, basta con que tengamos la plena conciencia de querer para que se manifieste en nuestra de vida, es como si estuviera esperando latente en nuestro corazón, siempre preparada para la llamada.

Para su regeneración o reinicio uno solo basta si bien es posible que sea necesaria la compañía de un grupo de gente o de lo que llaman un “maestro espiritual”, pero no es imprescindible. Si logramos el reinicio por nosotros mismos es posible porque el maestro está en nuestro interior y porque la ayuda llega desde lo intangible y lo invisible, desde la energía que somos y en la que estamos plenamente integrados. Más será la mente la que demande para el proceso la muleta de la comunidad o el maestro espiritual, pues son tan poderosas su creencias y los sentimientos que puede generar el reinicio que será necesario auxiliarla con la compañía de personas que apoyan y ayudan, que antes incluso han pasado por el mismo proceso de reinicio y gozan de la capacidad de acompañamiento.

El reinicio no tiene edad y se puede producir en cualquier etapa de nuestra vida, se puede volver a abandonar sencillamente por experiencias externas que contraen nuevamente a la inteligencia espiritual al corazón ante el poder de la mente o los sentimientos que nuevamente toman el mando de la vida para poder superar una etapa de fuerte dolor, miedo, desesperanza, ira, hartazgo…No hay que perder la esperanza, son etapas en las que la Inteligencia Espiritual poco desarrollada sucumbe, lo que no ocurre con una Inteligencia Espiritual muy elevada. En estas etapas de retroceso nuestro corazón la protege hasta que pase la marejada y aprendamos de la experiencia que se ha presentado en nuestra vida  en la que la mente, el cuerpo y los sentimientos jugarán sus cartas y sus armas en la batalla hasta la nueva venida y reinicio de la Inteligencia Espiritual cuando todas ellas hayan sucumbido en la batalla, pues después de la muerte llega la resurrección. Será entonces cuando se reinicie de nuevo. Entre reinicio y  reinicio puede pasar toda una vida o como dicen algunas tradiciones, varias de ellas.