"Sólo una vida vivida para los demás, vale la pena ser vivida" Albert Einstein.En la mayoría de los casos nos sirven y/o nos dejamos servir pero en pocas ocasiones servimos. Nuestra manera de vivir está diseñada en la necesidad de la cooperación que hemos convertido en servicio y por tanto nuestro EGO ha estructurado la realidad como un conjunto de derechos que solicitan en todo momento ser servidos, dejando al margen el conjunto de obligaciones que suponen “SERVIR”. Esta manera de afrontar la vida es muy limitante para asumir las obligaciones, éstas nos cuestan a pesar de que puedan ser incluso necesarias para mejorar actitudes y aptitudes, esfuerzos que tenemos que realizar por nosotros mismos y en nuestro beneficio y por ello menos aún estaremos dispuestos a realizarlas por los demás y sobre todo si, además, es gratis. Hemos olvidado el “Dar y se os dará.” Reiniciar este proceso supone tender a apoyar a cualquiera que nos necesite, sin importar si pueden o no devolvernos el servicio poniendo en ello nuestro corazón con la conciencia clara de que coopero para el desarrollo universal que supondrá la generación de frutos que yo tal vez ni llegue a cosechar, más cosecharé los frutos servidos por otros en la misma actitud, confiando plenamente en que al brindar mi servicio con afecto y cordialidad en un ejercicio cooperativo que sembrará alegría y esperanza el mundo cambia.”
Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y descubrí que en el servicio se encuentra la alegría.” Rabindranath Tagore. Es una misión que implica una lucha permanente contra nuestro egoísmo. En nuestro lenguaje empleamos el término servir para referirnos al que hace el bien, al que se útil y benéfico mejorando el estado de las cosas o las personas.Al servir somos fuente de vida y esa vida es nuestra propia vida.
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