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viernes, 13 de junio de 2014

REINICARSE como SERES ESPIRITUALES: El Ser Espiritual y la guerra (XXXIV).


La oscuridad es ausencia de luz y la guerra es ausencia de paz. Se afirmó por un Santo que las crisis, son crisis de Santos.

Hoy la neurociencia camina por conceptos como las “neuronas espejo” y la “inteligencia compartida”,  “la neuroplasticidad”…conceptos que están cambiando la manera de ver y entender nuestro desarrollo personal y con ello el mundo.

Estamos ahora convencidos, pues la ciencia lo confirma, de lo que nuestros ancestros afirmaban por Fe. En el cristianismo, la “Comunión de los Santos” que se afirma en el Credo es prueba de ello. Que podemos ser sal de la tierra, que podemos ser luz en la tierra, que podemos ser agua viva (en el fondo somos agua).

Quien inicia el camino reeducativo del reencuentro con lo que verdaderamente es y se encuentra en su interior, que no es otra cosa que el “AMOR ESENCIAL”, después de duras jornadas llegará a un punto del camino donde encuentra las fuentes de esa agua, el origen de esa luz y la mina de sal que le permite comenzar a producir para compartir con los demás y, como faro esplendente, manantial de agua y proveedor de sal, comienza a transformar su entorno en un lugar de paz y armonía contagiando con ello a los demás.

La mente no puede alcanzarlo, el cuerpo tampoco, las emociones no fueron diseñadas para tal fin, solo el espíritu está dotado de los medios para alcanzar el “AMOR ESENCIAL”.


Algunos afirman que si los niños comienzan a meditar, aprenden a meditar, e incorporan a sus vidas la meditación como una práctica consciente, podemos acabar con la violencia en pocas generaciones. No tengo tal capacidad de predecir el futuro, pero si tengo la convicción personal, por la experiencia acumulada, que sólo desde el “AMOR ESENCIAL” que somos podemos convertir este mundo en un mundo de paz. Para ello es necesario ir incorporando a nuestra vida los hábitos, que generarán costumbres, que forjarán el carácter de hombre y mujeres de paz.

viernes, 6 de junio de 2014

REINICIARSE como SER ESPIRITUAL: El ser espiritual en el deporte (XXXIII).


Dicho con toda rotundidad: Los grandes maestros espirituales nunca fueron deportistas. No encontraremos al espíritu en la cuerpo, en la materia, pues la materia y el cuerpo sólo es su contenedor en esta dimensión. Esta lógica mental y material tiene su explicación y sentido si pensamos que el cuerpo no existe desde el punto de vista de la energía y que solo es una apreciación de la mente, siendo ésta, la mente, la que hay que superar y vencer para lograr un desarrollo espiritual completo.

Tanto mente como cuerpo son elementos vitales de desarrollo del ser espiritual pero no son un fin en sí mismos. Están supeditados al espíritu, al constructo espiritual que somos. Hay quienes construyen mentes prodigiosas y quienes construyen cuerpos maravillosos.

Durante miles de años fue el cuerpo el elemento predominante, el jefe era el más fuerte, para ello necesitaba el cuerpo.  Posteriormente la historia dio paso a la mente y el jefe era quien más sabía para lo que se necesitaba la mente. Vivimos un momento en el que la mente a través del neurocortex está avanzando en su desarrollo de una manera vertiginosa en la etapa más tecnológica de la historia. Abandonadas las tareas agrícolas y ganaderas y mecanizándolas el cuerpo dejó de tener sentido durante cientos de años hasta el momento actual en el que el cuerpo ha vuelto a cobrar protagonismo mediante el deporte. Hacer deporte se verifica como una necesidad de desarrollo personal y de salud encontrando un sentido vital más allá del meramente laboral.

El bienestar corporal lo logra el ser espiritual de otra manera diferente a quien hace deporte. En ambos casos son los procesos físicos y químicos (biológicos) que se desencadenan los que  se están manejando por ambos, si bien para quien hace deporte se produce una “esculturización” del cuerpo, mientras que para quien no lo practica se produce una pérdida de su importancia material, la materia para el deportista se transforma y para el ser más espiritual pierde su protagonismo. Es muy usual que quien se desarrolle espiritualmente presente un aspecto físico muy diferente al deportista.

El deporte es un gran camino de sabiduría al igual que la mente, pero ambos sin el desarrollo espiritual hacen al hombre incompleto y le privan de su desarrollo integral; mente, cuerpo y espíritu. Quien entrega al espíritu el desarrollo integral logra armonizar la mente con el cuerpo sin necesidad de que ninguno tome un excesivo protagonismo. Pues a quien está atrapado en la mente, quien está atrapado en el cuerpo y quien está atrapado en mente y cuerpo.


Durante años hemos visto al hombre en busca de sabiduría de la mente,  vemos ahora como además busca la sabiduría del cuerpo nuevamente. El desarrollo espiritual a lo largo de la historia convive con estas etapas. En la actualidad el culto al cuerpo, el culto al deporte, es un paradigma de desarrollo personal y social. Sobrevalorada la mente y sobrevalorado el cuerpo, ambos finitos y temporales dejan poco espacio a lo espiritual. Buscar el equilibrio ha sido siempre la fuente de la sabiduría. Cuerpo, mente y espíritu. 

domingo, 1 de junio de 2014

REINICIARSE COMO SERES ESPIRITUALES: El ser espiritual en la política.(XXXII)



Quien se reinicia como ser espiritual poco o nada suele preocuparle la política basada en ideologías que clasifican a los hombres y las mujeres en diferentes grupos y generan poderosos filtros de creencias con los que se analiza la realidad.

No se trata de pasar de la política, pues el pasotismo es contrario al compromiso que todo ser espiritual cultiva como una fuente de sus motivaciones.

La política la entienden como “micro” es decir, en el ámbito en el que tiene capacidad de influencia, en el perímetro en el que puede interactuar con otros. Este terreno no es otro que su “vida privada”, en la que intenta ser luz y dar luz a los demás. No existe “vida pública” para un ser espiritual.

La “vida pública” para el ser espiritual no es la norma, si bien, cuando alcanza su misión una trascendencia pública y notoriedad suele ser para afrontar determinaciones del alma que requieren un gran empeño y esfuerzo. Es entonces cuando el ser espiritual aparece en la vida pública para trabajar y reivindicar lo que anhela y constituye su misión.

A lo largo de la historia han existido muchas personas que desde el espíritu han sido llamados a misiones que han trascendido a lo público logrando evoluciones sociales, culturales y humanas que han dejado una huella que aún hoy perdura.

No se trata de gobernar el mundo, no se trata de legislar para los demás. Se trata de desarrollar una misión personal cuya fuerza es tan poderosa que logra trasformar el mundo más que un gobierno o una ley.

Los seres espirituales son temidos en política por quienes desde una dimensión exclusivamente mental pretende gobernar. Los líderes políticos del momento suelen chocar frontalmente con el líder espiritual que le corresponde. Sus enfrentamientos suelen pasar a los libros de historia más los que suelen ser recordados suelen ser los líderes espirituales así como sus logros y reformas.


En política cada cierto tiempo surge un líder espiritual que transforma, reeduca y despierta.