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viernes, 25 de octubre de 2013

REINICIARSE como SERES ESPIRITUALES : ¿Y la razón? (VII)


Durante siglos, tal vez de siempre, desde el principio de la vida consciente, se ha establecido una dialéctica entre lo racional y lo espiritual que ha podido crear una sensación de contradicción, es decir, o eres racional o eres espiritual y que podríamos resumir en una frase: “El amor tiene razones que la razón no entiende”. Pero lo que sí está claro es que durante ese mismo tiempo ambas han convivido, de ahí su debate. Ninguna de las dos ha dejado de existir.

En la vida espiritual no se trata de tener la razón, sino de saberla utilizar de una manera determinada. Se nos ha facilitado la razón y el entendimiento como herramienta de desarrollo personal y ésa ha sido creada en libertad, bajo lo que se denomina el LIBRE ALBEDRIO: puedo elegir. Desde el cerebro reptiliano que solo podía elegir entre atacar o huir, hasta el muy desarrollado neurocortex, pasando por el límbico como paso intermedio, nuestro cerebro es pura elección, bien consciente o subconsciente , pero es pura elección.

Desde ese poder elegir de nuestro desarrollo como seres humanos en cada etapa de la historia el hombre y la mujer se han relacionado con la vida espiritual de una determinada manera. El que quiera conocer esta apasionante historia tiene a su disposición las investigaciones que ponen de manifiesto como en cualquier civilización la vida espiritual ha estado presente.

La pregunta sería que razones tiene la razón para elegir el espíritu, la vida espiritual. Nos podemos imaginar que en cada etapa de la historia han sido diversas, desde el deseo de protección ante el miedo en las épocas primitivas, pasando por el deseo de  prosperidad en las épocas más evolucionadas, hasta el presente en el que el hombre y la mujer tienen razones de desarrollo personal integral.

Son las razones que produce el cerebro la fuente de la vida espiritual y es el espíritu quien da razones para crear y mantener la vida espiritual. Todas las razones primigenias se conservan, es decir, los primeros hombres oraban y realizaban ritos para pedir protección, así lo hacemos ahora, luego para pedir cosechas abundantes, también pedimos abundancia y finalmente nos desarrollamos como seres espirituales a la par que racionales integrandolas en un desarrollo que denominamos INTEGRAL.


sábado, 19 de octubre de 2013

REINICIARSE como SERES ESPIRTUALES: Los diferentes carismas (VI)


La mejor manera de entenderlo todo es que todo sea igual. La mente así lo sentencia y todo lo que se aparta de lo que han decretado nuestras creencias como justo o correcto es considerado heterodoxia, es decir, diferente, nace entonces la desigualdad, pues la mente sentencia que no somos iguales.

En el camino de la espiritualidad ocurre lo mismo y pese a que el SER es el mismo en todos los seres humanos y el AMOR esencial de igual manera, la mente se las ha apañado para marcar las diferencias y por eso encontramos infinidad de escuelas espirituales e incluso dentro de ellas también existen diferencias lo que nos ha llevado a hablar de diferentes caminos. Esta policromía de actitudes, normas, costumbres se asemeja mucho a la naturaleza donde la igualdad tiene pocas expresiones frente a la diversidad que sería lo dominante. Por ello debemos encontrar nuestra propia realidad espiritual, la de cada uno, la personal.

Hemos elegido para describir esta realidad una palabra: CARISMA en su acepción  de TALENTO, por dejar esta última a la mente. Existe por tanto diversos CARISMAS, cada uno tiene el suyo. Quien quiera profundizar en los conceptos tiene a su disposición toda la ciencia a través de internet por lo que no pararemos mucho en la conceptualización pues como hemos dicho desde el principio lo que nos interesa es la experiencia.

Encontrar el CARISMA personal, el Talento, es una herramienta muy útil pues centra nuestra vida espiritual de manera determinante. Una vez encontrado el Carisma podremos encontrar nuestra VOCACIÓN.

Será necesaria mucha observación en quietud y serenidad, mucha atención plena y escucha activa a lo que hago y digo.  Desde esta actitud encontraré las señales que me conducen a configurar mi carisma y encontrar en el mundo mi vocación.

No quisiera dejar de poner sobre la mesa una realidad incuestionable en todas las etapas de la historia y de la geografía terráquea, y es que todas las vocaciones tiene un hilo conductor, un elemento común: EL SERVICIO. El Carisma existe para poder llevar a cabo nuestra vocación al servicio de los demás. Y, por ello y solo por ello, el EGO es su enemigo acérrimo, pues es todo lo contrario a su propia esencia:”Yo”, ya que la vocación solo contempla a los demás olvidándose de sí. De aquí el porqué de la continua batalla del Ego contra la espiritualidad.


viernes, 4 de octubre de 2013

REINICIARSE COMO SERES ESPIRITUALES: Unidad de Vida (V)


Durante miles de años el hombre ha considerado que la vida en la tierra suponía el empleo del cuerpo y la mente inevitablemente por lo que el espíritu no era necesario, de ahí que a los que en la vida en la tierra utilizaban el espíritu para su desarrollo personal se les denominara “CREYENTES”, entre otros términos, nos quedamos con este.
Hay quienes han disociado la vida corporal y mental de la espiritual y quienes mantienen las tres dimensiones integradas, los ”creyentes”, quienes a través de la Palabra[i] transmitida mantienen una serie de creencias y ritos, pero en la mayoría de los casos con una nítida raya de separación entre lo espiritual y todo lo demás. Estos “creyentes” crean una parcela muy concreta de su vida en la que se dedican a relacionarse con su vida espiritual pero fuera de ese tiempo, y espacio su vida se entrega al cuerpo y la mente siendo éste el que ocupa la mayor parte de su tiempo. Pero quienes mantienen centrado en su vida el espíritu y logran que impregne todo su tiempo, es decir, mantienen lo que vamos a denominar en este post la “Unidad de Vida”, pilotan, por decirlo de alguna manera, desde el espíritu, gobiernan desde él toda su vida. Su mente y su cuerpo están en sintonía con el espíritu en todo momento.

Se convierte la UNIDAD DE VIDA en un principio de coherencia para quienes deseen desarrollar una vida integral, es decir, en la que están integrados, mente, cuerpo y espíritu.

Existen hombres y mujeres que colocan en el centro su cuerpo y/o su mente generando lo que se ha denominado EGOCENTRO. Mientras que existen otros que colocan en el centro su vida espiritual y generando lo que pasamos a denominar LOGOS-CENTRO o TEO-CENTRO, es decir quién coloca en el centro de su vida  lo intangible, lo invisible, lo inabarcable, lo inodoro, incoloro e insípido…[ii]

Sólo los Teocéntricos que tienen UNIDAD DE VIDA o al menos la pretenden, alcanzan niveles de desarrollo integral superiores, si se nos permite este término, de quienes solo se manifiestan “creyentes” pero no son teocéntricos.

Después de esta incursión en la razón, de todo este conjunto de palabras, necesarias para que nuestro hemisferio izquierda pueda “conceptualizar” lo que manifestamos finalizamos manifestando que la vida espiritual del teocéntrico en unidad de vida es siempre EXPERIENCIA, esta manera de vivir la analizaremos en próximos post. Lo que éste pretende es significar que quien quiera vivir la vida espiritual integrada con su mente y su cuerpo debe poner en el centro de su vida el espíritu.