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domingo, 2 de octubre de 2022

FEMINISMO Y CATOLICISMO


Ayer  volví a ver "La sonrisa de la Mona Lisa" película protagonizada por Julia Roberts.

Me impactó el momento en que una alumna brillante que renuncia a ser abogada para ser madre le echa en cara a la profesora su incoherencia discursiva al no poder ver más allá de su ideología. 

Una razón sana, no enferma, reconoce la realidad como experiencia sin etiquetarla o juzgarla a la luz de una ideología.

Cuando paseaba por Salamanca en una terraza un muchacho expresaba su idea de la vida a través de su ideología marxista, para él el mundo era lo que la ideología ya, previamente, le marcaba, sin pensarlo, o vivirlo o experimentarlo. 

La ideología feminista y el catolicismo  son una ideología.

Vivir de una ideología es castrante, cercena la capacidad vital de experimentar los contrarios y me pierdo con ello parte muy importante de la vida.

Si la experiencia me dice que mi ideología no es la única y que, incluso, puede estar equivocada podré optar en libertad por mantenerla a sabiendas o por cambiarla, pero será una elección en libertad.

Vivir de certezas ideológicas o vivir con el corazón abierto de par en par marca la diferencia.

El Maestro de Nazaret lo dejó muy claro cuando un discípulo le dice que hay uno, que no es de los nuestros, que cura en tu nombre,  y propone que se le prohíba curar y Él le responde que quien no está contra nosotros está con nosotros.

Ese: " ..no es de los nuestros..."  que ha vivido la sociedad española empapada de un catolicismo y clericalismo en el que se vivía y se vive aún en la ideología de lo católico es castrante también.

La razón para estar sana aleja las ideologías y acerca a su observación el corazón abierto de par en par para vivir cada momento y cada instante de la vida con mente de principiante, actitud de aprendiz y capacidad de sorprenderse como me habéis oído decir siempre.

El que vive de su ideología bebe de una charca estancada.

El que que vive desde el corazón bebe de un río  y por eso bebe de un agua que corre y nunca es la misma. El agua viva que decía el Maestro de Nazaret.

Volviendo a la película, el abrazo que se dan las 
dos amigas cuando una es insultada y hace de espejo de lo que realmente la otra está viviendo  y al final acaban viviendo juntas a pesar de sus abismales diferencias ideológicas en cuanto a la vida, es otro momento sublime de expresión de apertura a vivir desde la experiencia.

Y aquí está la pregunta: ¿ Hay que experimentarlo todo, incluso las drogas, el alcohol, la pornografia o la delincuencia?

Una ideología te dirá que sí y otra que no, más el corazón nunca dejará que te lastimes si sigues al AMOR, ya lo dijo San Agustín:

"Ama y haz lo que quieras"

Y tú: ¿A quien sigues?

Elegí hace un tiempo a Él y nunca me falla.

Elijo una imagen de la película sublime. La exposición a la belleza de un cuadro de manera personal, serena y en silencio. Y ahí cada una encuentra  su conexión con la vida en ese justo instante sin juicios y etiquetas previas, la vida ES y cada una de ellas ES y así son UNO.

#soyunodeellos

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